martes, 5 de abril de 2011

Enfermedades mentales transmitidas a través del coño

Queridas bóllers mías, ante todo quiero pedir disculpas de corazón, o de lo que sea que contenga mi sugerente pecho, por haber tardado tantos lustros en volver a escribir. Sé que esta entrada es más esperada de lo que fue el Born this way de la Gaga. Al contrario que en ese caso, espero no escribir un decepcionante post con reminiscencias de posts de tiempos más gloriosos.
Hoy quiero ponerme en plan erudita y desarrollar una teoría meditada por mi durante largo tiempo. Mentira, en realidad voy a empezar a divagar sobre la marcha, para que tenga más frescura y lozanía todo. La teoría de la que quiero hablar es: El motivo de la locura de las bolleras. ¿A qué es debida? ¿Es congénita? ¿Nos viene a través del coño? ¿Por falta de sexo? ¿Por exceso de él? Demasiadas dudas las que nos asaltan.
En mi opinión, aquí nadie está libre de culpa ni de brotes psicóticos.
Quien esté libre de pecado que levante la primera teta. Porque sí, amiga mía, yo he sufrido locas en mis propias y eróticas carnes, pero no voy a negar no haber infligido cierto grado de locura en otras bolleras indefensas. Y creo que tiene una simple explicación: la locura nos la transmitimos unas a otras a través del coño, cual enfermedad de transmisión sexual. Como las ladilla, pero con secuelas más trágicas.
¿A quién no le ha tocado una loca del coño que sacaba lo peor de una y le hacía perder la elegante y grácil compostura? Pues esos episodios se quedaban ahí almacenados, agazapados, esperando para salir abruptamente cual octavo pasajero. Y a la siguiente bollera le tocaba pagar esas secuelas de la anterior, que a su vez venía con su malvado bagaje a cuestas. Es como el ciclo sin fin del Rey león, pero con sexo lésbico.

Room in Rome, claro ejemplo de bolleras que acaban locas del coño tras una noche de retroalimentación de sus respectivas locuras.

Sin embargo, mis queridas y sexys lectoras, no pierdan la esperanza de encontrar el Santo Grial del bollerismo: LA BOLLERA NORMAL (música celestial). Y sí crees que la has encontrado, permanece atenta, puede que en su interior se encuentre una bollera malvada esperando para pasarte al Lado Oscuro de la locura bóller. Que aquí la gente se piensa que el Lado Oscuro es lo más, pero no, luego te conviertes en la putita de un Emperador galáctico y cosas asi de desagradables.
Ahora que termino mi diatriba me percato con aflicción de que no he conseguido el objetivo que me propuse al empezar a escribir estas líneas y me ha quedado un post muy Born this way. PEro a la Gaga la sigo amando, sean ustedes igual de magnánimas con esta humilde bollera. Además, que el post lo he escribo en un folio, con papel y boli, ¡es vintage! Más moderno todo.
Y para todas esas que no han leído una mierda de lo que he escrito, como siempre, y han bajado directamente para ver las fotos, aquí les dejo a mi amada Carla Gugino, que cuando la veo no sé si me dan más ganas de hacerle un monumento o un Kunislingus. Porque, al igual que en la cama, me gusta dejar satisfecho a todo el mundo.