
El capítulo de esta semana de Glee ha desatado las iras de bolleras de medio mundo, y las mías en particular. Que soy muy de iras desatadas, pero eso no le resta mérito. Sin ser yo muy fan de Brittana *esquiva elegantemente las piedras*, ni de Glee, que me ha decepcionado hasta la extenuación, mi indignación no ha sido fruto de que no se dieran un besito bolleril. Mi indignación ha llegado porque Ryan Murphy es un puto misógino de mierda. Así que he decidido hacer un resumen en clave de humor snowil de los momentos más épicamente rancios de "I kissed a girl". Espero que les guste, y que me sigan queriendo a pesar de no ser fan de Brittana. Contiene spoilers, por supuesto, así que si no vas al día léelo bajo tu responsabilidad.
El capítulo comienza en el despacho del director, donde le están echando la bronca a Santana por la EPIC SLAP que le dio a Finn en el capítulo anterior. Finn miente diciendo que no le pegó de verdad, inventándose una excusa digna de su cerebro de homínido prehistórico, para que no la expulsen. Oh, eso debe ser que Finn es un buen tío, y nunca hace las cosas por motivos egoístas.
Fuera, ya a solas, Finn le dice que mintió por ella porque entiende que todo ese odio que expresa a diario se debe a que es una bollera enarmariada, closeted bóller. Después de contarle esta milonga, le dice los verdaderos motivos: O se vuelve a New Directions o se chiva. Elegancia en estado puro.
Mi madre se drogaba durante mi gestación.
Más tarde, ya con todos los del "Glee club" reunidos, Finn representa su papel de buenazo salvador y le dice que, por muy mierda que sea el mundo ahí fuera, ellos la aceptan tal y como es, con todo su amor por las vaginas. Oh gracias Finn, ojalá hubiera tenido un amigo tan guay como tu en el insti. Para resaltar todo lo que apoyan a Santana, los mariquitas le cantan Fucking Perfect. Bueno, una versión censurada muy cutremente de Fucking Perfecto. A Santana se la suda mucho, como es natural.
Para convencerme me van a tener que cantar una versión aún peor que esta de otra canción.
En otra escena, Quinn aborda a Puck y le invita a su casa para mojar el bizcocho, lustrar la manija, bañar la nutria, darle alegría al cuerpo Macarena, regar la lechuga, limpiar el horno, envainar la espada, enhebrar la aguja, matar el oso a puñaladas, en definitiva, para practicar el acto físico del amor entre un hombre y una mujer con el fin de procrear. Pero Puck le dice que ya no le pone palote porque está loca del coño.
Guapo, tú y yo, ñaca ñaca, in my bed.
Finn vuelve otra vez con el rollo comprensivo salvador, presionando a Santana para que salga del armario. Kurt a su ritmo, pero Santana que salga del armario cuando le salga a Finn del pirulín. Para que veamos lo buen chico que es, le explica que está preocupado por ella porque vio por la tele que un chico se suicidó por la presión de ser gay. Recordemos que en el capítulo anterior él la sacó del armario delante de todo el mundo, detalle sin importancia.
Hola, soy Finn, nunca nos dirigimos la palabra, pero hoy te voy a dar mucho el coñazo para que salgas del armario.
Delante de todos los del glee club, le canta la versión más horrorosa de Girls just wanna have fun jamás hecha. Santana llora, y nos quieren hacer creer que es porque está conmovida, pero yo creo que es por la puta mierda que le acaba de cantar. Hasta yo lloré un poco por dentro.
Vaya puta mierda estoy cantandoooooooo uouououoooooo
Santana se llena de valor y sale del armario con su abuela. Su abuela le dice aquello de "tú puedes ser lesbiana, pero te lo guardas para ti misma, desvergonzada" y la echa de su casa. Muy bonito y positivo todo, igualito que el capítulo de Kurt.
Que me haya salido la nieta bollera, yo que pensaba regalarle el rosario electrónico estas Navidades.
A todas estas, Puck está enfadado con Shelby así que decide ir a tirarse a Quinn, ya que está la chica disponible y él tiene los genitales inquietos. Se ponen al tema, y ella le dice que no hace falta que se ponga condón, que lo llamó para hacer otra Beth. Porque Ryan Murphy si no convierte a todos sus personajes femeninos en unas locas desquiciadas no es él. Además, está claro que Quinn necesita un bebé para ser feliz, ya que es la única mujer de la serie cuya vida no gira en torno a ningún hombre, así que tendrá que contentarse con eso. Pero Puck, como hombre que es, y por lo tanto, persona serena y razonable de la habitación, le hace ver lo loca del coño que está. No sé qué haríamos las mujeres si no tuviéramos a los hombres para recordarnos nuestra inestabilidad mental.
Tranquila nena, que soy medio lerdo, pero aquí estoy yo para cuidar de ti.
Después de un capítulo de mierda, en el que si yo hubiera sido Santana le habría escupido en un ojo a Finn varias veces, ella opta por agradecerles la gran ayuda que le han dado. Que no sé en qué mierdas le han ayudado, supongo que eso debe salir en los extras del DVD.